Joyce estaba comiendo en el restaurante PJ's en El Sobrante cuando ocurrió este accidente extremadamente raro. Mientras estaba sentada, Joyce agarró el asiento de su silla para acercarla a la mesa, pero no se dio cuenta de que la parte delantera del asiento no estaba completamente unida a las patas porque los tornillos se habían caído. Sin que ella lo supiera, la punta de su pulgar quedó atrapada entre su asiento y el tubo de metal hueco que formaba parte de la pata de la silla. Cuando volvió a sentarse, el tubo de metal le cortó la punta del pulgar. Aunque su médico pudo volver a unir la punta de su pulgar mediante múltiples cirugías, continuó sufriendo dolor y entumecimiento.
Este caso se resolvió por $250.000.
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